Los bloqueos de carreteras, bancos, comercios y sobretodo estaciones de servicio estaban produciendo el caos, y las negociaciones con el Gobierno de Evo Morales no progresaban.
Uyuni es un centro importante de turismo y por tanto un objetivo claro. Asi que policía y ejército en la calle, barricadas y gasolineras cerradas, no había gasolina para nadie!!
No queda otra que tomárselo con calma, asi que me busqué un lugar con agua caliente para dormir, y me fuí a darme una buena cena. Un estofadito de llama me volvíó a la vida.
Por la mañana encontré plaza en un autobús que salía el mismo día a las 23h -cara a la noche que es cuando más calma había-, y gracias a que esta compañía compraba gasolina en el mercado negro -a doble de precio eso sí-, todo fué como la seda. Puesto que el euro está diez a uno con el boliviano, dormí por seis euros, cené por todo lo alto por tres y compré el ticket de bus de 24h de duración por quince.
Asi es, mi presupuesto me daba las gracias por cada día que pasaba en Bolivia.
Llegué a La Paz un poco cansado por no pegar ni ojo. Lo de las curvas es lo de menos. Lo de que te congelaras bajo la manta y media hora más tarde hiciera un calor caribeño, sudando la camiseta, podía tirar, pero sobretodo era el poco espacio que mi compañera de asiento me dejó para vivir. Lo único que podía hacer con soltura era pestañear. Una señora en sus sesenta y cinco, con el atuendo tradicional, con sobrepeso, con dos bultos que eran más grandes que ella y con un olvido galopante por el agua y jabón...
Si, asi es. Recordaba con nostalgia los cómodos viajes por Argentina en coche-cama de primera, películas y servicio de bebidas...jajaja!
Para rematar, al llegar a La Paz, a parte de los bloqueos había un maratón popular, lo cual hacia casi imposible moverse por la ciudad, asi que el autobús nos tuvo que dejar a las afueras, en lugar de la estación de autobuses. Con las dos mochilas a cuestas me puse a preguntar entre el tumulto y a los taxistas como llegar a mi hostal: "La ciudad esta partida en dos, imposible de cruzar.papá", era la repetitiva respuesta.
Asi que me compré dos empanadas, me senté en un escalón a desayunar mientras veía pasar a los corredores, y a dejar que pasaran las tres horas que faltaban. Siempre escaneando los alrededores, ya sabéis que andar sólo y con el equipaje por cualquier capital latinoamericana no es la mejor idea...
Más tarde conocí una señora paceña que me dijo que en la zona había muchos rateros y andaba un poco asustada buscando un taxi para salir de allí cuanto antes y cruzar la ciudad como fuera. Hicimos equipo, hasta que tras parar a cuatro o cinco taxis, ella convenció a uno de ellos con que conocía un atajo,y para allá fuimos. Dos minutos antes, ya teníamos alrededor a dos tipos que vigilaban nuestros movimientos y estaban esperando un descuido para "levantarnos" una mochila. Hubo un momento en que si no estoy yo allí se hubieran llevado la maleta de la señora (os aseguro que si no me hubieran robado en Costa Rica en el 1999, y por tanto afinado los sentidos, no los hubiera detectado, pues parecen inocentes tipos de lo mas normales esperando al autobús)
En fin, finalmente dos horas después de bajar del autobus llegué sin novedad al hostal. Dada la situación, todo un record.
La Paz es la típica gigantesca urbe sudamericana, con un tráfico y contaminación rampante, y con niveles de criminalidad inevitables, aunque ahora está bastante tranquila. La peculiaridad es que está alojada entre volcanes de hasta 6.000m, lo cual genera un constraste espectacular al ver edificios al lado de montañas de cumbres nevadas, cosa que en España -y diría que en casi toda Europa- no estamos acostumbrados.
Aqui vemos todas "las capas". El centro, las afueras, las zonas de favelas más probres detás, las casas ya en la montañas de los campesinos...y las moles imponenetes vigilándolo todo. |
A menos de 50km del centro hay un 6.000m. Wow! |
Una de las bases de asalto al Amazonas boliviano en una pequeña población llamada Rurrenabaque, Rurre para los amigos. El trayecto desde La Paz en autobús es de aproximadamente veinte horas, pero me dijeron que las últimas lluvias habían provocado desprendimientos y enfangado el camino, de modo que se podía alargar hasta dos, tres incluso a cuatro días llegar hasta allá. Aunque no tenía prisa, me pareció un poco demasiado, asi que puesto que era muy barato, por cincuenta euros más agarré un vuelo y me planté allí en cuarenta y cinco minutos (os dais cuenta? de la ciudad a la selva como un Valencia-Madrid!!!. Brutal).
Aeropuerto de Rurrenabaque, Bolivia. |
Impresionante vuelo por encima de las cumbres nevadas de los Andes, y más increíble aún ver como desaparecen las nieves y aparece la puna primero y el manto verde infinito inmediatamente despúes... la Selva Esmeralda.
Os imagináis lo que sería vivir a 50min de la selva desde tu casa??? Te puedes ir a pasar el fin de semana a la selva!! O por contra a subir cumbres de 5.000m a menos de cincuenta km del centro!!!
Kike, y aquellos que sois montañeros, prepararos que un año de estos entrenamos y nos venimos a hacer unos piquitos de éstos. Además con un coste ridículo. Esto es un paraíso del alpinismo...pero yo creo que todavía más un paraíso para los amantes de la Selva Esmeralda, fauna y culturas amazónicas.
Sería fascinante vivir en un lugar asi...en fin...vamos a ver...
Al abrir la puerta el avión, los treinta y cinco grados te dan un intenso abrazo junto con su inseparable amiga la humedad. Que al intercambiarlas en menos de una hora por la fresca sequedad de los 3.600m de altura te da la sensación de respirar vapor de agua.
Tras dar una vuelta y seleccionar una de las agencias entre las cien -literalmente 102- que hay en el diminuto pueblo, al día siguiente salí ya para la selva. En este caso a casi cuatro horas río Beni abajo, en una reserva privada llamada "Serere" (nombre con el cual llaman al Hoatzin, pájaro muy común en la zona, y qué podéis ver aqui bajo).
Pareja de Hoatzines o "Sereres". |
La dueña de la empresa es Rosa Maria Ruiz. la conocida y emblemática activista que vivió durante más de venite años en la selva y luchó por la protección y creación del parque nacional Madidi. Y aunque lo consiguió finalmente, después la mismas comunidades se volvieron contra ella y la repudiaron, tratando incluso de matarla. Es una larga historia...que ella me contó a ratos por las noches, mientras un bebé de mono araña -su bebé más reciente- jugueteaba entre nuestras piernas..
Al final de la temporada, las lluvias habían provocado una crecida histórica en los ríos Madidi, Tuichi y Beni
hacía menos de tres meses, con las consecuentes inundaciones. Los cauces subieron más de seis metros y generaron un verdadero desastre y haciendo más pobre a la población. Arrasaron cultivos, inundaron todas las comunidades ahogando a todos los animales para consumo humano (cerdos, vacas, gallinas,patos,etc...), e incluso hubo alguna pequeña comunidad indígena alejada en la que desparecieron todos sus integrantes.
No había más que ver los enormes montones de árboles gigantescos que el río arrastró y los desprendimientos de los márgenes del río en cada meandro, resultado de la enorme velocidad y poderosa fuerza de la masa de agua. De hecho, incluso cambió el curso del río en algunos tramos. Una vez más la naturaleza no perdona.
De camino río abajo. |
La inundación comunicó a los lagos con el río desbordándolos, de forma que ahora el río rebosaba con especies piscícolas de aguas estancadas, y había mucha más pesca. Y al revés, peces grandes de río vivían ahora en un lago sin salida, lo que dicen crearía híbridos o especies peculiares. Pirañas y caimanes de todas las especies intercambiaron sus moradas también.
Lo menos atractivo, es que cuanta más agua y humedad, más "zancudos". Si, esos piratas aéreos que no conocen la piedad, y son capaces de, en el sigilo de la penumbra selvática, atravesar hasta dos prendas de ropa sin mucho esfuerzo, taladrando el cuerpo en los lugares más insospechados (esas fotos no las voy a publicar...), y huir tan campantes e indemnes, sin ni siquiera ser vistos ni oidos. Al menos debo decir que causé bastantes bajas en su bando. Es la guerra.
Y así fué., una nube de zumbido invisible, auténticas hordas zancuderas alrededor de ti constantemente acosando. El primer día te gana el calor y vas un poco ligero de ropa. El segundo día elijes estar permanentemente chopado de sudor, pero cubrir todo tu cuerpo de ropa como buenamente puedas. Debo decir que en ningún otro lugar había visto tanto mosquito junto.
En fin, con el paso de los días, fuí conviviendo con ello, y poniendome ropa, chopar una muda cada dia, enjuagarla en el lago y ponerla a secar cada noche, untarse de repelente, ahuyentar mosquitos con la gorra y rascarte por la noche se hace ya rutina. Sin embargo la verdad, las cosas que estas viendo lo compensan todo con creces.
Jovenes monos arañas tratando de ahuyentar a los intrusos de su casa. |
De vuelta de pescar pirañas y buscar caimanes en el Lago frente al lodge. |
Vida en los árboles |
Al tercer o cuarto dia, un tarde ya cayendo el sol y andando por fuera de senda en la penumbra, tuvimos la suerte de toparnos con un Oso hormiguero gigante. El viento soplaba en contra y no pudo olernos. Ibamos muy en silencio, con cuidado de no pisar nada raro y tratando de evitar crujidos al pisar ramas y hojas. Estos animales tienen un olfato sobrenatural, pero un oido y vista muy normalitos. Su concentración buscando sus termitas hizo el resto, y nos salió dos o tres metros delante de nototros, totalmente despistado. Pudimos verlo entero y con total claridad. Fantástico animal con apariencia de alien con una gran cola, largo hocico y fuertes garras en sus pata delanteras, las cuales hasta el jaguar respeta mucho.
Casi chocándose con nosotros, levantó la cabeza despistado y pareció decir: ""donde me he metido yo??". Tardó dos segundos en desaparecer. Cualquier movimiento lo hubiera asustado, asi que no hubo tiempo de fotos. Está grabado en mi disco duro central.
Estando en "Serere" viví una situación peculiar, inusual y divertida. Durante los dos primeros días, estuve pasando mucho tiempo con los guías, que son los que más saben, siempre te cuentan historias y te enseñan muchas cosas, comportamientos animales peculiares, rastreo, interrelaciones del ecosistema, leyendas,etc.etc.... Siempre te descubren cosas nuevas, y además conoces y entiendes mejor como vive la gente en ese lugar (hablar de chorradas intrascendentes en la lengua de Shakespeare con la gente del grupo, está bien un ratito...mucho tiempo me agota...).
Al comer y cenar con ellos en lugar de con el grupo, y echándole un mano al cocinero a veces, fuimos cogiendo confianza mutua, y empezaron a contarme que estaba a punto de explotar un complot de los trabajadores (cocinero, personal auxiliar y guías) contra la empresa, por los bajos sueldos, y condiciones generales de trabajo. Habían reclamado varias veces pero Dirección (M.Rosa, ni siguiera había reaccionado). En ese momento le estaban escribiendo una carta "ultimatum" en que la que se explicaba la situación y se decía que si al día siguiente no había una respuesta satisfactoria, todos abandonarían sus puestos y se marcharían a Rurre en el bote de la mañana. Esto implicaba que el grupo de cinco clientes que ibamos a quedar allí, nos ibamos a quedar solos, sin cocinero, ni víveres (agua, comida,etc...) ni nada. Traté de calmar el ambiente un poco, aunque en parte entendía su postura, y sin apoyar el hecho de que se marcharan, compartía sus preocupaciones y reinvindicaciones.
El día siguiente llegó y no hubo respuesta. Se montó un "super-chiken" y todos se marcharon, excepto nuestro guía, Cedrón. Que no quiso abandonar el barco, y que ahora iba a tener que hacer de hombre-orquesta por su grupo: cocinar tres veces al día (si había algo que cocinar...), fregar, hablar por radio con Rurre, y guiar todo el día. Y lo peor de todo es que un grupo de catorce personas estaba llegando también.
En realidad la comida se estaba acabando, y el agua se acabaría esa noche. Si en el primer bote a la mañana siguiente no enviaban víveres, ibamos a tener que hacer un curso de supervivencia acelerado, jajaja! (pensé, no te interesaba la superviencia, pues aqui la tienes!).
Asi que me puse la camiseta de la compañía "Serere" y me dispuse a ayudar a Cedrón en todo lo que pude. Cocinar y servir al grupo básicamente, pero a la vez -sin querer- casi me convertí en un intermediador entre los trabajadores y la empresa. Sin embargo estaba ayudando a la empresa, con lo que también me veian con buenos ojos.
Los tres australianos y dos alemanes, no movieron un dedo, y además se dedicaron a protestar cuando llegó el grupo de catorce y hubo que re-organizar las cabañas y había que "ser flexible". Me pusieron enfermo por su insolidaridad. No había habitaciones para todos -un caos organizativo tremendo por parte del dtor de operaciones-, y me pidieron -como pseudo-empleado que ya era- si podía dejar mi cabaña, cediéndola a una familia de españoles intransigentes y protestones, para ir a dormir en el almacén. A lo cual accedí gustoso. Los turistas me miraban ya pensando si yo tendría algún tipo de sueldo por parte de la empresa. No entendían por qué actuaba así, y yo no entendía por qué ellos eran tan inflexibles y poco colaboradores. (definitivamente en esta caso habéis de reconocer que los raros eran ellos...)
A la mañana siguiente llegó M.Rosa en persona para dar la cara frente al caos generado, y ponerse ella misma a cocinar. cosa que hizo durante tres días, hasta que consiguió renegociar las condiciones con todos y hacerlos volvier al cuarto día, retornando todo así lentamente a la normalidad.
Durante esos tres, pasamos mucho tiempo charlando, y me contó toda su extraordinaria vida en defensa del PN Madidi y su comunidades, luchas con el gobierno central, intentos de boicot e incluso de asesinato, vida en la selva y una conexión con los animales única, etc... Apasionantes e increíbles relatos de auténtica novela. Imaginaros la pasta de que esta hecha esta mujer, sabiendo que vivió en la selva sola durante veinte años. Bueno, sola no, como dice ella: "nunca estuve sola, estaba con los animales y los árboles".
Estoy seguro que alguien en algún momento escribirá un librosobre su vida...
Me agradeció toda mi ayuda, y me invitó a que me quedara un día más en la reserva sin coste, el cual disfruté mucho.
Por todo lo intenso-y-tenso vivido esos días, me despedí de ella, guías, cocinero y personal auxiliar con abrazos: "Cuidate hermano, Ciao".
Hay tantas realidades en este mundo...
Fué muy interesante vivir esta realidad...que como no, siempre te hace darle unos tirones, empujones, bofetones, y otros muchos -ones a las neuronas.
Muchas horas de bote, Pentax en mano y scaneando los árboles y orillas pendiente de la aparición de cualquier animal que se acerque al río. |
Al séptimo día volví a Rurre, y dos días mas tarde estaba marchando de nuevo selva adentro. En este caso a 6h río Tuichi arriba, ahora sí dentro del famoso PN Madidi. Cambie de agencia eso si. Una gente mucho mas organizada, regentada por un indígena de origen Tacana y un catalán afincado en Bolivia ya unos años.
No había gente para formar un grupo, pero al final llenaron el bote con gente de las comunidades de río arriba, y allá que fuí yo tambien con ellos, sin otros clientes, yo sólo con el quia, que es lo que gusta. Asi uno puede marcar el plan de cada dia. Donde ir, por cuanto tiempo, qué animales quieres buscar preferentemente, a que hora levantarse, en bote o andando, y casi casi...que comer! La verdad un placer. Cada vez me gusta menos ir en un grupo con mas gente. Dos o tres bien, pero mas ya no.
De esta forma, tienes mucho tiempo para hablar con los locales durante las comidas o por las noches. Te cogen confianza enseguida y te cuentan todo tipo de historias para no dormir de animales, de su cultura, de los usos medicinales de cada arbol o planta,etc... No hay color, ya lo veis.
Si no querer ir con mas gente es ser un raro, yo quiero ser el raro mas grande que haya.
De camino al PN Madidi, remontando el Beni y despues el Tuichi. |
Vista desde el campamento, seis horas rio Tuichi arriba. Montañas de bosque nublado al fondo,o "bosque peludo" como le llaman localmente, por los largos musgos que crecen y cuelgan debido a la niebla y humedad constante. |
Bajando a ducharme al rio por la noche, casi la piso... |
La Selva Esmeralda despertando...no se a vosotros pero a mi esta foto me transmite serenidad...y todavia me hace escuchar el rumor del Tuichi fluyendo... |
Encontramos monos de varias especies tras largas horas de buscarlos, tayras (tipo comadreja grande de la selva), capibaras (el roedor mas grande del mundo), caimanes, varios tipos de guacamayos al amanecer y atardecer, todo tipo de pájaros, pavos de monte, decenas de tipos de hormigas, algunos lagartos y pecaries o chanchos (tipo cerdos salvajes). Presa predilecta del jaguar, que obviamente era mi objetivo principal, junto con la Boa Esmeralda.
Una mañana, buscando bichos al amanecer y rastreando una huellas de jaguar a la vez, dimos con un grupo que según el guía- era de más de doscientos chanchos. Siempre antes de verlos -como culaquier otro animal- lo oyes o lo hueles. Los machos tienen unos colmillos (tipo jabalí) que los hacen temibles si cargan, y cuando van muchos y en especial si hay crías, se envalentonan y ante cualquier peligro cargan fácilmente. Asi que en cuanto el peculiar hedor hace presencia, hay que buscar el equilibrio entre quedarse cerca para verlos, pero tampoco demasiado para no hacerles sentirse amenazados.
A veces pueden ir hasta cuatrocientos animales, arrasando todo lo que pillan, comiendo raices, frutos, insectos. anfibios, serpientes,lagartos, tubérculos, todo lo que pillan!. Son muy destructores. A pesar de que había una población de jaguares más que aceptable,una ligera disminución por la caza ilegal en los últimos años había hecho dispararse a la poblacion de chanchos. Pensé, Holy Shit!!, mis dos especies principales objetivo en menores cantidades. De todas formas, nunca hay que bajar la guardia y seguir buscando. En cualquier momento te aparece uno de ellos en el lugar o momento más insospechado. Con los animales no hay reglas, son absolutamente impredecibles.
Esa mañana, el hedor era tan penetrante que nos impregnó las ropas. "Son más de doscientos...y vienen por todas partes...",dijo Gilder. "Paco, buscate un árbol, ya!", ordenó. Miré alrededor, y a pesar de estar rodeados de ellos, o eran muy pequeños, o gigantes, o tenían púas, asi que con prisas acabámos los dos, un poco con risas de tener que huir de cerdos, sobre un enorme tronco caido medio podrido,pero al menos nos elevaba un metro y medio del suelo. Y como todavía no existen los cerdos saltadores, ahi estábamos seguros.
Efectivamente empezaron a llegar por todos los lados, grandes machos, jóvenes, hembras y crías, arando el suelo como..."cerdos". Casi nos hizo olvidarnos del terrible hedor que nos engullía...pero eran tantos los animales del impresionante grupo, que cada vez nos sentiamos más insignificantes y -por que no decirlo- acorralados, y la idea de un gigantesco macho "saltador" se iba perfilando en la mente. Al mismo tiempo, no me había dado cuenta que el tronco no estaba podrido, sino siendo comido por las termitas, y que ya me habían invadido desde los pies hasta casi la cintura. Asi que era conveniente hacer algo...ya cuanto antes aunque no era el mejor momento para bajar del tronco.
Asi que, se lo señalé, y con la risa nerviosa ambos acordamos dar palmas para asustar a las hordas circundantes de cochinos, y bajar del tronco de un salto. A la primeras palmas, se generó una estampida generalizada que generó un tremendo estruendo, que duró minutos en desaparacer. Lo cual nos confirmó que aquello no fué un grupo de 200 animales si no más bien del doble por lo menos.
A veces los jaguares siguen a estos grupos esperando localizar y cazar a las crías, a los débiles o enfermos,asi que las opciones de ver un ataque se acababan de fulminar. Aunque bien es cierto, que la idea de ser devorado por las hormigas tampoco me atraía mucho. Habrá que seguir con la búsqueda y esperar a otra ocasión...
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Tratando de pescar la cena...hay infinidad de especies,pero la corvina y el paiche (que puede llegar a medir hasta 3m) son especialmente ricos. Ese día no hubo suerte. |
Mirad como la crecida habia destrozado los márgenes del río. Todavía se estaban desprendiendo enormes trozos,y había que trepar descalzo para resbalarse menos que con zapatillas. Después ahí mismo uno se pone las botas de agua, fundamentales. |
Cada vez que bajaba al rio por la noche me encontraba con ellas...pero ni rastro de las que yo buscaba...sus depredadoras, las serpientes. |
Al dia siguiente, casi la pisamos. Pequeña pero con un curioso comportamiento, se hace plana y se levanta como si fuera una cobra. Muerde, pero no es venenosa.. |
Una mañana salimos de nuevo el guía tacana, Gilder, y yo por una zona tan sólo media hora río abajo, donde han visto jaguar en repetidas ocasiones. Asi como Tapìres. El bote nos dejó en la orilla y quedamos que nos recogería cuatro horas más tarde. Inmediatamente comenzamos a ver rastros frescos de tapires, de tan sólo la noche anterior. Huellas atravesando la trocha (como aqui le llaman a la senda) por todas partes, de varios machos gigantescos y una hembra cou una cría. Avanzábamos sin hablar todo el tiempo, hablando por señas, y en total silencio. Además, también teníamos que esperar a tener el viento en contra del animal, o de lo contrario sería imposible toparnos con uno de ellos.
El tapir es uno de los animales más esquivos y tímidos de la selva. Tiene un sentido del olfato prodigioso, con el cual te puede detectar a través de la espesura desde muy lejos, especialemente si llevas repelente. También tienen un gran oido. La vista en normal, pero para complementarlo, parece ser que, a pesar de tener pezuñas, tienen una desarrolladísima sensibilidad entre los dedos, mediante la cual pueden sentir las vibraciones de las pisadas en el suelo. Alucinante.
Asi que, si el animal no quiere, nunca lo vas a ver, la única forma es que la curiosidad le gane al miedo,y quiera mostrarse. Si no, no way.
Las huellas eran cada vez más frescas, hasta que llegamos a oirlos a unos pocos metros delante de nosotros, huyendo, pero muy despacio. El rasto se apartó definitivamente de la trocha, y decidimos seguirlo fuera de ruta. Cada vez nos acercábamos más, hasta que tras cruzar un pequeño riachuelo, sus huellas saliendo del agua todavía mojadas, tenían segundos! De repente lo oimos lanzarse al agua a nadar un poco más adelante, salimos disparados, pero nada, cuando llegamos ya había desaparecido.
Gilder, que no había estado nunca tan adentro en esta zona, le pareció interesante que hubiera tantos rastros con crías, y pensó que algo más allá, debería haber un lugar impenetrable, donde vivían escondidos, y pasaban las noches. Efectivamente, en un hora más dimos con el lugar. La vegetación era tan densa que avanzábamos a golpe de machete uno detrás de otro, esperando toparnos de frente con uno de ellos en cualquier momento. El lugar era perfecto, muy denso, con agua cerca, mucha comida, y algo elevado, desde donde podían ver si se acercaba su principal depredador, el imponente "Otorongo" (jaguar en quechua).
Y escuchar esto, en ese lugar, !no había mosquitos!!. Me contó el guía que los zancudos también son molestos para ellos, y que se buscan lugares donde no los hay para que las crías duerman tranquilas,etc..
Asombroso.
Estábamos ya un poco cansados, y totalmente bañados en sudor, asi que decidimos comenzar a volver.
A medio camino, oimos algo moverse muy cerca, y nos giramos pensando que por fin lo habíamos conseguido...sin embargo, sólo vimos la vegetación moverse en nuestra dirección. No se veia el suelo y la vegtetación nos llegaba hasta la cintura... asi que no podía ser un tapir pues son más altos y sobresaldría...de modo que podría ser un oso hormiguero, o quizás un jaguar... entre la vegetación seguía avanzando algo directo a nosotros...muiy despacio, se detenía de vez en cuando, y arrancaba de nuevo...claramente nos estaba acechando algo...y la forma de hacerlo recordaba a un felino, dijo Gilder...fuck!
Recuerdo el corazón latir fuerte, y por la cara que tenía el guía, también a él. Retrocedimos unos pasos lentamente sin hacer ruido, él machete en mano, yo con mi palo afilado de andar y mi cuchillo en la otra mano... una vez que nos apartamos de la trayectoria del animal acechador...esperamos a que poco a poco llegara a la trocha y saliera de la espesura , y se mostrara...sólo faltaban cinco o seis metros ya....
...
De repente...ahí esta!!!! era una tortuga!! jajaja! bastante grande eso sí, pero sin garras ni madíbulas portentosas como la "Panthera Onca".
Nos moriamos de la risa. La atmósfera de misterio de la Selva a veces te hace ver monstruos donde no los hay, jajaja!
Estas tortugas son muy raras de vez por el día, y en cuanto nos acercamos, no quiso posar para la foto por más que traté de convencerla.
Tortuga de selva...refugiada. |
Me recordó a mi pitón Espe, asi que me confié un poco acercándome demasiado para hacerle fotos...hasta que ella misma me recordó que no era Espe, que además le importaba un carajo, y como no, quiso mostrarme la fuerza de sus mandíbulas. Mi Nikon me defendió, pues estaba justo en medio.
(hay que recordar que las Boas son constrictoras y no venenosas). Le hice como mil o dos mil fotos, y diez minutos más tarde cuando volví a pasar por allí, la Sra.Arcoiris ya se había marchado.
Probablemente había trepado hacia las copas de los árboles, a más de15m de altura, donde vive y se alimenta básicamente de pájaros y murciélagos. De ahí la dificultad de verlas.
Tras casi una semana de quere ver boas...la última noche La Selva Esmeralda me regaló una de las más bellas boas, la Boa Arcoiris (Epicrates Cenchria). Apenas a treinta metros de mi cabaña, de camino al baño. Se quedó con nosotros el tiempo suficiente, y le hice un reportaje entero. |
Belleza de serpiente. No me podía quejar. Aunque mi objetivo era encontrat la Boa Esmeralda (Corallus Caninus). |
Mirad con donde refleja la luz su piel lo hace en forma de "arcoiris", el origen de su nombre. |
Asi son la cosas con los animales en la selva, uno no encuentra lo que busca, ni busca lo que encuentra.
Simplemente los animales se nos muestran... La Selva nos regala la oportunidad de verlos.