Via Esquel, y atravesando las provincias del Chubut y parte de Río Negro, cruzamos paisajes lunares, totalmente desiertos (llegamos a estar casi 2h sin ni siquiera ver un coche). Cientos de kilómetros de planicie y quietud tostada al sol, tan sólo habitada por guanacos (camélido similar a la llama) y maras (liebre patagónica) que de vez en cuando nos obligaban a reducir la velocidad para cederles el paso.
Charlando sobre la vida, mientras tomabamos mate y comiamos milanesa de guanaco (que la mujer de Karlos preparó amablemente), las nueve horas se convirtieron en un rato, y de repente nos encontramos en El Bolsón y El Hoyo, poblaciones en la frontera de las dos provincias y a tiro de piedra de Chile.
Buscando un lugar para dormir, la noche nos llevo a un albergue de lo más curioso, en medio de un bosquecillo y con vistas a la montaña, regentado por una familia de argentino-italianos que venían de vivir quince años en Israel. Cocinaban su propia comida vegana (vegetariano extremo), habían construido ellos mismos el albergue, y igual atendian a los comensales, que cocinaban, que daban sesiones de yoga y meditación. Pero la bomba ya llegó cuando esa noche organizaron un conciertillo de blues-rock-jazz, donde él cantaba y llevaba percusión (con un instrumento casero), ella cantaba también, el hijo mayor era el teclista, la pareja de su madre la guitarra y bajo...y su madre -con sus 70- dejaba de hacer punto para salir y bailar canciones populares hebreas cuando se lo pedían. Y menuda marcha tenía la señora!!, ni os imagináis el la que montaban, y yo me partía de la risa. Y para postre sonaban bien!. Familia pintoresca donde las haya, pero a que mola, eh?
Los siguientes dos días los pasamos haciendo runtas por la montaña de entre cinco y ocho horas, sin ver un alma, por el Lago Puelo -frontera natural con Chile- y por el Cerro Perito Moreno, desde donde nos aupamos a ver las primeras cumbre nevadas pre-andinas.
Lago Puelo |
Bellos rincones del camino... |
Que placer de silencio |
Antiguo "paso aéreo" del río en época de crecida. Las montañas de Chile al fondo. |
Primeras cumbres pre-andinas a la vista |
Los dos días siguientes los pasamos a casi cinco horas de allí, en un lejano lugar llamado Cushamen, donde una familia de origen mapuche ("gente de la tierra" en lengua mapuche. "http://es.wikipedia.org/wiki/Mapuches") nos acogió en su casa. La familia de Aide y Julio. Estas gentes a pesar de la pobreza en la que viven y de lo remoto de su hogar, no viven para nada desconectados de la modernidad y actualidad, aunque eso sí, no viven en ella. El clima y ecosistema semi-desértico no permite cultivo alguno de modo que no les queda otra subsistencia que la ganadería. Aunque en este caso tan sólo se crían chivos y ovejas, no hay casi vacas. También crían caballos salvajes, los cuales doman y utilizan para pastorear. Lo curioso del tema es que rara vez venden o intercambian los animales, básicamente se utlizan de sustento, proporcionando una dieta estrictamente carnívora que junto con las tortas fritas de harina y lo que todavía se puede cazar en el monte, algún ñandu -pequeña avestruz suramericana- o armadillos, conforman el resto del menu. Las frutas son un lujo y las verduras escasean y hay que ir muy lejos a comprarlas. Además no tienen coche.
Una de la cosas increíbles es que en medio de este desierto la naturaleza brinda manantiales de agua pura, lugares donde construyen sus casas para cavar un pozo y disponer del vital líquido elemento. Ellos mismos -entre "toda" la familia, ellos dos y sus cinco hijos- habían construido su casa, y el próximo proyecto era tener una ducha dentro de casa (la noche que llegamos todavía nos bañamos metidos en una palancana grande, usando otra pequeña para echarse el agua por encima, previa espera de una hora calentando un balde de agua en la estufa de leña).Como os imaginareis, esa noche se duerme uno meditando sobre el valor que tiene el abrir un grifo en casa y que salga agua caliente, a cualquier hora y en la cantidad que se necesite. Valores que nosotros ya hemos olvidado, tristemente...
Volviendo a casa al atardecer tras cuatro horas de montar trayendo a los chivos y caballos (para el urbanita, cuatro horas a lomos de corcel hacen una excelente receta de riñones al Jerez...doy fe) |
El hogar de la familia de Aide y Julio. En la parte izquierda la casa está la "vertiente", como ellos llaman al manantial. |
A la mañana siguiente de llegar, Julio se estaba preparando para matar un chivo en nuestro honor, y hacer un buen asado para comer. Impresionante ver como el cuchillo certero de Julio degollaba, pelaba, deshollaba y limpiaba el pequeño chivito, como si nosotros pelaramos una manzana. En menos de quince minutos, la piel colgaba del árbol, asi como la carne pefectamente limpia y lista para asar. Absolutamente todo se aprovecha. A parte de la excelente carne -mucho mejor que la del cordero-, la cabeza y los intestinos también se comen. Del resto de visceras daban cuenta los dos galgos (los cuales tienen para atrapar los ñandús), asi como de la sangre, festín al cual se apuntaban los dos gatos también. Y con la grasa del animal, freímos las tortas (puesto que aceite de oliva no hay, y si llega al pueblo es demasiado caro).
En un abrir y cerrar de ojos enciendieron un fuego, y lo protegieron del viento como se pudo.
Con diferencia el mejor asado de mi vida. |
...atrapamos al "Piche" (Armadillo enano) como lo llaman aqui. |
...y unas tortitas... |
---hicieron cena para cuatro. (hey brother, enseñale esto a tu amigo "el armadillo" y dile que si no se porta bien...) |
Al día siguiente salimos los cuatro a caballo a buscar y traer los algo más de doscientos chivos y ovejas, volviendo ya al caer el sol y las temperaturas.
Los dos días parecieron semanas de convivencia. La gran generosidad de Aide y Julio, unida a la inmensa humanidad que nos regalaron, sinceramente hicieron de estos dos días una experiencia vital, de las que marcan y cristalizan en la mente de uno. Todavía hoy me pregunto como es posible enseñarle a uno tantas cosas en tan sólo dos días, con esa naturalidad y autenticidad. Siempre con la exultante alegría y contagiosa risa de Aide, y la casi silenciosa timidez y servicialidad de Julio. Con esa energía para trabajar, progresar y darle estudios a sus hijos. Tanto fue así, que la despedida no resultó fácil, pues las palabras no iban a aportar mucho. De modo que nos fundimos todos en emocionados abrazos, y cuando nuestros amigos no pudieron contener la lágrima -para mi sorpresa- , nos contagiaron a casi todos.No se si esto se entenderá, pero así ocurrió. Con total seguridad esta va a ser una de la experiencias más gratificantes de este viaje. Para mí, "esto" es el verdadero viaje.
Karlos, GRACIAS.
Karlos, GRACIAS.
Nuestros amigos Aide y Julio, con Karlos a la dcha. Cushamen,Chubut, Argentina. |
Paco
ResponderEliminarSi es que es todo más sencillo de lo que nos pensamos... Cuida't. Chechare
Yo he sido una de las que ha puesto cara con la foto del armadillo destripao.PUAJ !!!Pero la playa del silencio.....
ResponderEliminarSi Paquito , los chinos , no te acuerdas que estuvimos hablando de un sitio al que voy de " medicina tradicional china " .A ese relajo me referia
Que te estas haciendo cagueTa !!!!no sera que estas haciendo sensato ??.Aunque un poco blando para entrar en el agua si ;-)
cuidate . gracias
Paco .. donde has dejado esa dieta sanísima de hace meses atrás ??!!!
ResponderEliminarpuajjj .. no me gusta nada la idea del probre bicho !!
El viaje continua .... y recuerda de lo q se da se recibe ..
no es caualidad q te os encontreis.
besos.
Hola Paco. Estoy disfrutando como un enano leyendote, a la vez que me sorprendo de estas dotes narrativas que nos muestras. Todo eso aparte de la sana envidia que nos provocas a casi tod@s, creo. Sigue alimentandonos con tus correrías ilustradas. y aun mas gracias por compartirlo. Un abrazo
ResponderEliminarPaco: Ya llegastes al Parque Nacional del Manu, ahi encontraras los extraterrestres del Manu. Espero que puedas entrar a la Cañada de la Virgen, y puedas ver las "caras de los monolitos de Pascua" dibujados en la cima de las montañas, eso si sera de emocion...salud!! compadre...
ResponderEliminarAqui todo bien....lo solar volando....en los MW.
Un abrazo.
Hector.
Gracias mi compadre Hactor! a ver si me envias un mail y me cuentas más detalles de esos MW´s que comentas.
ResponderEliminarun abrazo!!
Chechare, my brother, un abrazo.
ResponderEliminarPalomita, una de playa silenciosa para tí. Me alegro que esto te relaje,de verdad te lo digo.
No creo que me esté haciendo más sensato, pero sí más mayor,jajaja! 1bés
Paco....como la gran mayoría,disfrutando de tus fotos,por cierto alucinantes algunas y claro que sí esos relatos llenos viveza.
ResponderEliminarRegresé del Tayrona ,Pacorrooo...seguro que es cita obligada...apúntate!!!
Cuidate muchooo,saludos de todos....
brutal imaginar la despedida con tus compadres. Maestro Paco. Estoy totalmente enganchado a tu viaje y se me ha caido una lagrimilla con este capítulo. Yo también estoy aprendiendo mucho.
ResponderEliminarHola Paco!
ResponderEliminarSoy Carlitos de Faurecia! El Xiquet (como dices tú, jejeje) me pasó el link de tu blog y estoy super enganchado. Y como sigas poniendo entradas como esta, voy a tener que leerlo en el cuarto de baño para poder echar la lagrimilla tranquilamente... jejeje!
Un abrazo fuerte y sigue con las entradas, que, por lo menos a mí, nos hacen viajar a estos sitios tan alucinantes que estas visitando...